Sin duda el mayor problema que enfrentamos como país es el alto nivel de sobrepeso y obesidad que se registra en todo el territorio nacional, pero sobre todo con la infancia y la juventud.
Disminuir el sedentarismo y fomentar la actividad física en nuestros hijos es un reto que debemos asumir como padres, sociedad, industria y gobierno para crear planes de desarrollo enfocados en el deporte como lo hacen otros países.
Promover la actividad física y deportes en la niñez mexicana, es la mejor forma de prevenir enfermedades crónicas muy frecuentes en la edad adulta, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad, problemas musculoesqueléticos y hasta problemas de salud mental.
Pero no sólo eso, la actividad física hace que nuestro cuerpo también disminuya el estrés, aumente la autoestima y favorezca las relaciones sociales. Existe total unanimidad en recomendar la actividad física regular en los niños, como hábito o estilo de vida y disminuir el sedentarismo.
Durante mis años de experiencia como médico, me he dado cuenta de que no hay ningún deporte o actividad física mejor que otra. Iniciar a nuestros pequeños en algún deporte le ofrece una mayor posibilidad de desarrollo psico-motor. Como padres podemos mostrar diversos deportes que pueden practicar, para que los pequeños puedan elegir el que más les guste y el que más se adapte a sus intereses.
Por ejemplo, para los bebés o recién nacidos, se recomienda que durante en sus primeros meses se les realicen juegos para mover los brazos, las piernas y hasta la cabeza mientras estén acostados en espacios libres, pequeñas acciones como empujar, patear, jalar y hasta ponerse pecho tierra fomentarán el uso y fortalecimiento de grandes grupos musculares, establecerán los límites de lo que pueden hacer, perderán el miedo y se divertirán.
Para los pequeños de 1 a 5 años y que ya pueden caminar, se recomienda que estén físicamente activos al menos 3 horas al día. A esta edad es más importante el tipo de actividad física que realizan que la intensidad. Un buen ejemplo podría ser caminar, correr, saltar, andar en patín, bicicleta, columpiarse o actividades relacionadas con el agua, desde una clase de natación, hasta jugar con los charcos.
Ahora, todo cambia en las edades de 5 a los 18 años, ya que en esta etapa se recomienda una actividad física moderada-intensa al menos una hora al día, todos los días de la semana, que incluso puede cumplirse en diversas sesiones.
Ahora viene lo difícil, predicar con el ejemplo es lo mejor. Si un niño ve que su padre o su madre practica deporte, se mostrará interesado en realizarlo.
Hablar con los pequeños acerca de la actividad física que realiza diariamente y enfocarlo a realizarla de una manera formal, le podría resultar divertida y hasta interesante.
Las mejores formas para practicar activamente en un juego y/o actividad física de su hijo es mostrarle las reglas de competencia, normas de seguridad y equipamiento adecuado, muy importante, limitar el tiempo de frente a las tabletas, celulares, televisión y videojuegos, estos deberán ser un complemento de su crecimiento, pero no su principal actividad de esparcimiento.
En el deporte, siempre se deben reconocer sus logros, nunca castigar o criticar los fracasos o las pérdidas para no afectar su autoestima.
Los deportes organizados son preferibles a partir de los seis años, estos aseguran la actividad física regular y siempre deben ir acompañados de recomendaciones médicas y si es posible hasta nutricionales, para un mejor desarrollo físico.
Espero que este breve texto sirva para orientar a todos aquellos padres que presenten algún caso de dolor abdominal con sus hijos.
Especialista en Pediatría y Cirugía Pediátrica Certificado por los Consejos de Pediatría y cirugía pediátrica Miembro activo de sociedades Regionales y Nacionales de Cirugía Pediatrica