Es un defecto de nacimiento Enlace externo del NIH que se presenta cuando los intestinos no rotan correcta o completamente a su posición final normal durante el desarrollo. Las personas que nacen con malrotación intestinal podrían desarrollar síntomas y complicaciones, con mayor frecuencia cuando son bebés, pero a veces más tarde en la vida. La malrotación intestinal se diagnostica con mayor frecuencia en los bebés. Hasta el 80 por ciento de los bebés con malrotación intestinal son diagnosticados en el primer mes de nacidos. Se requiere intervención quirugica con reacomodacion intestinal.
El tratamiento de una malrotación intestinal importante casi siempre implica la cirugía (operar al paciente). El momento y la urgencia de la operación dependerán del estado del niño. Si se ha detectado un vólvulo, la operación se debe hacer de inmediato para impedir que haya daños permanentes en el intestino. Todo niño que tenga una obstrucción intestinal debe ser hospitalizado. Un tubo llamado sonda nasogástrica (SNG) se suele insertar en la nariz y se baja hasta el estómago para extraer el contenido del estómago y de los intestinos superiores. Esto impide que se acumulen líquidos y gases dentro del abdomen. Al niño se le pueden administrar líquidos por vía intravenosa (VI) para ayudar a evitar la deshidratación, así como antibióticos para prevenir posibles infecciones.
Se endereza el intestino, se dividen las bandas o cordones de Ladd, el intestino delgado se repliega hacia el lado derecho del abdomen y se coloca el colon en el lado izquierdo del abdomen.
En este procedimiento, se extrae completamente la parte enferma del intestino, y el extremo sano y normal del intestino se saca al exterior a través de una abertura hecha en la piel del abdomen.
Pueden necesitar nutrición por vía intravenosa (VI) durante un tiempo después de operarse (o incluso de forma permanente si su intestino sigue siendo demasiado corto) y también pueden requerir una dieta especial.
La mayoría de los niños a quienes les detectan y les tratan pronto un vólvulo y/o una malrotación intestinal antes de que sus intestinos se hayan lesionado de forma permanente, tienen buen pronóstico y se acaban desarrollando con normalidad.
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Especialista en Pediatría y Cirugía Pediátrica Certificado por los Consejos de Pediatría y cirugía pediátrica Miembro activo de sociedades Regionales y Nacionales de Cirugía Pediatrica