Higiene del sueño y cambios de horario




Higiene del sueño y cambios de horario

Los trastornos del sueño nos afectan a todos, sin duda es algo que llevamos cargando durante todo el día, cuando algo altera nuestras horas de sueño. Los trastornos del sueño en la niñez y adolescencia son importantes, hay estudios que mencionan que hasta un 30% de los niños, niñas y adolescentes padecen alguna alteración relacionada con el sueño a lo largo de la infancia. La calidad del sueño no solo implica que lleve a cabo durante toda la noche, también produce un comportamiento durante el día satisfactorio y por lo tanto, un buen desempeño en todas las actividades que realizan. Este proceso también restaura nuestro organismo y mantiene vital nuestro desarrollo neuro-cognitivo. En el desarrollo infantil y juvenil, el sueño juega un papel fundamental en su desarrollo. Sin embargo, es importante mencionar que, a menor edad, es mayor la profundidad de sueño y las horas que necesitan para esta actividad.

Las horas de sueño dependen directamente de la etapa de vida y de los hábitos de los niños, fomentados por los padres. Por ejemplo, los recién nacidos deberán dormir entre 16-18 horas al día, sin embargo, a partir de los 2-3 meses comienzan a disminuir las horas de sueño y al cumplir el año de vida, el promedio de horas de descanso es de 12-13 horas diarias. Cuando llegan a los dos años, los pequeños duermen alrededor de 13 horas al día, período que se reduce hasta las 10-12 horas entre los 3 y los 5 años. Respecto a las siestas, cuando cumplen los tres años, podríamos decir que la mayoría de los niños ya no las necesitan. Entre los 6 y los 10 años, el promedio de horas para dormir es de 10 diarias. Sin embargo, los adolescentes requieren entre 9 y 10 horas al día, pero si se produce un retardo en el horario de dormir, esto también refleja su despertar, con cambios de humor e irritabilidad, además de todos los cambios que llevan consigo esa edad.

Ahora, que pasa cuando cada año nos enfrentamos dos veces al año a un cambio de horario que a nivel mundial se ha incorporado con el objetivo de reducir el consumo de energía eléctrica, y aprovechar las horas productivas con luz natural. Los seres humanos en general, tenemos un regulador natural relacionado con horario, el cual con el paso del tiempo se regula principalmente mediante la percepción de la luz natural y los estímulos del entorno; como los horarios de alimentación y de actividad física. Este cambio, afecta nuestros niveles de hormonas y en general a todo nuestro cuerpo, sin embargo, cada persona tiene su propio periodo de adaptación a estos cambios de horario, y muchos depende también de cada etapa de la vida, siendo los niños y los adultos mayores los grupos de población más sensibles a estas alteraciones. Ahora, de acuerdo con diversos estudios este tipo de alteraciones ocasionadas por el cambio horario se superan entre los 3 y 7 días, y si estas persisten, es recomendable acudir al médico para una valoración más profunda.

Las consecuencias sobre nuestro cuerpo son predecibles y muy normales, ya que también somos seres que nos basamos en horarios muy marcados, dictados principalmente por nuestras obligaciones, sin embargo, estás pueden producir una alteración del apetito, por supuesto periodos de irritabilidad, dificultades de inicio o finalización del sueño y en algunos casos pequeñas alteraciones del ritmo cardiovascular. Algunos consejos para evitar estas alteraciones o hacer la transición más amable para todos, son: iniciar los cambios poco a poco, si es posible, una semana antes ir adelantando en 10-15 minutos las horas de sueño. Dejar entrar la luz natural a la hora de levantarse, incluso iluminar la habitación 15 minutos antes de despertarlos.
Evitar la exposición a las pantallas, videojuegos, o televisión una hora antes de acostarlo. Posiblemente sea el mejor momento para leer, conversar o jugar. Y los más importante, tener paciencia sabiendo que será un periodo transitorio.
Espero que este breve texto sirva para orientar a todos aquellos padres que presenten algún caso de dolor abdominal con sus hijos.



Especialista en Pediatría y Cirugía Pediátrica Certificado por los Consejos de Pediatría y cirugía pediátrica Miembro activo de sociedades Regionales y Nacionales de Cirugía Pediatrica